"Selling England by the pound", Genesis, 1973, Charisma/Atlantic



Si aceptamos al quinto álbum de estudio de Genesis como una de las cuatro o cinco obras maestras del prog, parece interesante pensar que una de sus principales virtudes sea, precisamente, su lado menos progresivo y más pop, la cosa beatlesca de dos de sus mejores momentos, "I know what I like (in your wardrobe)" y buena parte de "The battle of Epping forest". Más allá de esto, tanto la cualidad de acopio de cuentos de hadas o de historias fantásticas como su evidente musicalidad hacen que "Selling England by the pound" merezca cómodamente ese lugar que le propuse más arriba: un prog  británico, que juega a la excentricidad, a los cambios repentinos y sorpresivos, en lugar de explorar más la dimensión hardrockera latente en el género (cosa que, de hecho, Genesis había hecho en su trabajo anterior). Es dificil, entonces, eludir esa suerte de construcción de una excentricidad o locura inglesa, carrolliana, pero esta también sirve para "justificar" -perdóneseme el término burdo- los cambios de tempo y compás, que en muchos casos parecen una de los costados débiles del prog en tanto nada parece volverlos necesarios y quedan, en última instancia, relegados a una mera exhibición de virtuosismo: "cambio de 13/6 a 7/8 porque puedo".
Dicho esto, queda claro que "Firth of fifth" es no sólo lo más fascinante del álbum sino otra de esas piezas fundamentales para el prog completo: todo lo que el álbum explora está llevado al máximo de expresividad en esta canción, desde la voluptuosa introducción en el piano hasta los solos que van intercalándose fluidamente diseñando atmóferas variadas con una lógica narrativa y de magnífica atención a las dinámicas (el pasaje del solo de flauta al que sigue de piano, y después al de sinte ARP Pro Soloist y después a una guitarra asombrosa, es estremecedor, por ejemplo). Pero, dicho esto, no menos claro me parece que el álbum en su conjunto funciona especialmente bien porque intercala estos momentos de musicalidad tremenda con ganchos poperos y melodías fácilmente cantables, que parecen ofrecer el lado familiar y cálido de esa excentricidad británica. El disco, en ese sentido, ni pierde el humor ni las ocasiones de emocionar del modo más básico que sus integrantes pudieron permitirse. Eso, de alguna manera, lo destaca en el contexto del prog y lo vuelve más accesible e interesante que, pongamos, una obra maestra más monolítica y ardua al estilo de "Tales from topographic oceans".

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