"Crack the skye", Mastodon, 2009, Reprise


En cierto modo el cuarto álbum de Mastodon da todo lo que debería dar el rock/metal progresivo: complejidad, poder, fuerza y esos conceptos narrativos dementes, ingenuos y maravillosos que no sobrevirían en otro medio ("2112" es un buen ejemplo, "Machina/The machines of god" otro); lo interesante es que lo hace con niveles de excelencia asombrosos. Es indispensable escuchar el disco con auriculares, para formarse una idea más clara de los detalles a nivel textural. En ese sentido, es decir, el álbum es de una riqueza impresionante. Y, después, todo él es capaz de ofrecerse como claramente desmedido y, a la vez, de dar siempre en el blanco. Las canciones se superponen en la memoria, pero no importa, porque todas han de ser partes de una composición más vasta; en el caso de la impresionante "The czar", las secciones -desde la climática y tensa introducción hasta - tienen sus propios títulos, y todas ellas suenan tan cohesivas, homogéneas y a la vez intrincadas y variadas que no hacen sino disparar la sensación de riqueza apabullante del álbum. Pero hay más: ¿cuánto habrá que insistir en el talento melódico de la banda? Hay momentos -no siempre estribillos- en que todo lo que se asume del pop, todo lo que se asume del rock y todo lo que se asume del metal parece aglomerarse en la música de Mastodon. En otras épocas habrían inaugurado su propia era: ahora logran, de todas formas, tensar los límites de los subgéneros, que son esas dimensiones extra del espacio musical por las que se viene perdiendo la potencia atractiva, gravitatoria de bandas con talentos hipermasivos.
Es dificil decir qué es lo mejor de "Crack the skye". Hay que escucharlo todo como si no fuera sino una gran pista de 50 minutos -no he pasado por la experiencia de escucharlo en vinilo, así que me remito al CD-, pero, así como en toda pieza ambiciosa siempre hay secciones que destacan de alguna manera, ahí están el estribillo de "Oblivion", las guitarras de la intro de "Ghost of Karelia", toda "The Czar" y el impresionante title-track, con su pasmosa profundidad de capas, texturas y sonidos.

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